Golpe de calor en perros
Las altas temperaturas del verano pueden ser peligrosas, especialmente para nuestros perros. A diferencia de los humanos, ellos no cuentan con glándulas sudoríparas repartidas por todo el cuerpo, por lo que solo pueden regular su temperatura a través del jadeo y eliminando algo de sudor por las almohadillas de sus patas, un proceso que es mucho más lento.
Uno de los primeros pasos para detectar un golpe de calor en tu mascota es observar cualquier cambio en su comportamiento. Si notas algo inusual o que se siente fuera de lo normal, es importante actuar rápidamente.
Síntomas principales:
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Aceleración del ritmo cardíaco.
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Jadeos excesivos acompañados de saliva.
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Respiración rápida y agitada.
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Disminución de azúcar y sales en su cuerpo, lo que puede generar temblores, debilidad muscular y falta de equilibrio.
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Las mucosas y encías pueden tornarse de color azulado, lo que indica una falta de oxigenación en la sangre.
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En casos graves, el perro puede perder la conciencia y sufrir complicaciones más severas, como hemorragias, insuficiencia renal o hepática, daño cerebral o fallo multiorgánico.
¿Qué hacer en caso de golpe de calor?
Si sospechas que tu perro está sufriendo un golpe de calor, lo más importante es actuar rápidamente mientras te diriges al veterinario. Aquí te dejamos los primeros auxilios básicos:
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Enfriar su cuerpo: Moja a tu perro con agua, pero evita el agua fría, ya que puede ser contraproducente. El agua tibia o a temperatura ambiente es lo más adecuado.
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Hidratación controlada: Ofrécele agua fresca para beber, pero de forma tranquila y a pequeños sorbos. Evita que beba grandes cantidades de golpe, ya que podría causar más problemas.
Recuerda que, aunque estos primeros auxilios son esenciales, siempre es necesario llevar a tu mascota al veterinario lo antes posible para una evaluación profesional.